El 28 de enero, en la Opéra Nice Côte d'Azur, el tenor estadounidense Gregory Kunde toma la batuta y se pone al frente de la Orchestre Philharmonique de Nice para dirigir un concierto muy especial en el que, como el propio nombre del concierto indica, el cantante tiene "carta blanca" para confeccionar el programa que desee dirigir. Así, el tenor, en este caso en su posición de director musical, propone un viaje por la música que ama, ya sea el gran repertorio estadounidense del siglo XX, con obras de Copland, Bernstein y Barber; o bien grandes éxitos del repertorio operístico italiano, como la obertura de Guillaume Tell de Rossini, la de La forza del destino o el Intermezzode Cavalleria rusticana.