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Rafael Sánchez-Araña, "solidez en el foso" y "estupendo trabajo" de dirección de El dúo de la Africana en el Teatro Pérez Galdós
8 de octubre de 2025 |
Después de las funciones de El dúo de la Africana, presentadas dentro de la XXXIII Temporada de Zarzuela de Canarias, diversos medios han destacado el excelente trabajo del director Rafael Sánchez-Araña al frente de la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria.
En Ópera World se puede leer: "Empezando por el estupendo trabajo musical de Rafael Sánchez-Araña, que conoce perfectamente este repertorio y que hizo rendir a un estupendo nivel a la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria. Su lectura, siempre atenta al volumen de los cantantes que tenía sobre el escenario y muy capaz de aprovechar los momentos musicales de los que consta la obra para lucir el compacto y lustroso sonido de la OFGC, bien empastada y llevada con mano firme y sentido del ritmo, sobre todo en esos valses que tan bien se le daban a Fernández Caballero y que el director llevó con elegancia muy vienesa. Partiendo de la solidez del foso, la representación tenía todo para crecer."
Por su parte, Ópera Actual subraya el papel esencial del maestro en el equilibrio musical y escénico de la producción: "La Filarmónica de Gran Canaria, dirigida por Rafael Sánchez-Araña, fue cómplice esencial de ese ritmo escénico; la lectura del maestro se caracterizó por la ligereza y el equilibrio entre el brillo de los números pseudoperísticos —parodia del melodrama romántico de gran gesto— y el diálogo típico del sainete. Las cuerdas sostuvieron el lirismo con un fraseo dúctil y una continuidad melódica que daba cohesión a la acción; las maderas aportaron color y flexibilidad a las réplicas vocales, mientras los metales subrayaban los acentos irónicos. La percusión, medida, reforzó el pulso danzable y cómico de la partitura sin sobresalir, generando el equilibrio necesario entre la elegancia musical y la sátira, y en la sincronía con la escena, que en este caso fue notable."
Finalmente, el diario La Provincia destaca tanto la calidad de la orquesta como la dirección de Sánchez-Araña "La Orquesta Filarmónica de Gran Canaria, dio todo lo que se esperaba de ella: calidad sonora, equilibrio y dotó de empaque a la música de Caballero, así como la dirección de un comprometido Sánchez Araña, fiel a su estilo de aseada concertación, esta vez más atrevido que en La Revoltosa"
En Ópera World se puede leer: "Empezando por el estupendo trabajo musical de Rafael Sánchez-Araña, que conoce perfectamente este repertorio y que hizo rendir a un estupendo nivel a la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria. Su lectura, siempre atenta al volumen de los cantantes que tenía sobre el escenario y muy capaz de aprovechar los momentos musicales de los que consta la obra para lucir el compacto y lustroso sonido de la OFGC, bien empastada y llevada con mano firme y sentido del ritmo, sobre todo en esos valses que tan bien se le daban a Fernández Caballero y que el director llevó con elegancia muy vienesa. Partiendo de la solidez del foso, la representación tenía todo para crecer."
Por su parte, Ópera Actual subraya el papel esencial del maestro en el equilibrio musical y escénico de la producción: "La Filarmónica de Gran Canaria, dirigida por Rafael Sánchez-Araña, fue cómplice esencial de ese ritmo escénico; la lectura del maestro se caracterizó por la ligereza y el equilibrio entre el brillo de los números pseudoperísticos —parodia del melodrama romántico de gran gesto— y el diálogo típico del sainete. Las cuerdas sostuvieron el lirismo con un fraseo dúctil y una continuidad melódica que daba cohesión a la acción; las maderas aportaron color y flexibilidad a las réplicas vocales, mientras los metales subrayaban los acentos irónicos. La percusión, medida, reforzó el pulso danzable y cómico de la partitura sin sobresalir, generando el equilibrio necesario entre la elegancia musical y la sátira, y en la sincronía con la escena, que en este caso fue notable."
Finalmente, el diario La Provincia destaca tanto la calidad de la orquesta como la dirección de Sánchez-Araña "La Orquesta Filarmónica de Gran Canaria, dio todo lo que se esperaba de ella: calidad sonora, equilibrio y dotó de empaque a la música de Caballero, así como la dirección de un comprometido Sánchez Araña, fiel a su estilo de aseada concertación, esta vez más atrevido que en La Revoltosa"
